Disponibles para tomar tus solicitudes 24/7. Son máquinas increíbles. Univalle adquirió nuevas.
¿Te pasa que cuando escuchas la palabra “servidor” piensas en cosas míticas como Matrix, súper hackers o súper ñoños? Pues es algo mucho más sencillo de entender de lo que parece. Recientemente, la universidad adquirió nuevos y más potentes servidores, te contamos qué tiene de buena esta mejora.
Un servidor se compone de una parte de procesador, una de memoria y otra de almacenamiento. Es una máquina parecida a un computador, pero especializada en procesar datos y que nunca se apaga. Ellos son los encargados de atender las peticiones de un usuario que ingresa a una página y devolverle una respuesta en concordancia.
Cuando ingresas a univalle.edu.co estás apuntando a una dirección del servidor. Entonces, el servidor encargado de esa página tiene que buscar la información a mostrar cuando digitas dicha dirección; un vez la ha encontrado, te la dirige y así puedes visualizarla. La petición que tú hagas, él la procesa y vuelve y te la responde. Si tú le dices que te dé la nota, él va, la busca y te la envía. Si la información que solicitas está en la memoria interna la busca rápido y la manda, si está en los discos externos, se demora un par de milisegundos más.
Eso son. Máquinas diseñadas para cumplir peticiones.
El sistema de servidores adquiridos por la universidad se compone de dos servidores ultrapotentes. Antes se tenían 11 servidores. Cada uno de los nuevos servidores equivale alrededor de 10 de los viejos. Son máquinas con un capacidad de procesamiento de datos extraordinaria.
Pero la cosa no termina ahí. El sistema adquirido por la Universidad permite tener servidores virtuales. Estos son los contenedores lógicos con una capacidad de almacenar y procesar datos previamente determinada. Entonces, dentro de cada servidor adquirido hay una gran cantidad de servidores virtuales que se reparten la capacidad de almacenamiento, la memoria y procesamiento total. Si, digamos, un servidor tiene muchos usuarios que ingresan al mismo tiempo y se está demorando mucho en responder a todos, un técnico le agrega mayor capacidad de procesamiento de datos y él empieza a fluir, limitado solo por la agilidad del aplicativo.
Ese tiempo que se demora en cargar una página o en concretar algún comando tiene que ver con factores como la cantidad de usuarios pidiendo la misma información al tiempo, la capacidad de procesamiento de un servidor, la velocidad del internet y del computador, entre otros factores que hacen que se vayan acumulando milisegundos.
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Para que algo sea óptimo se necesita la suma de varios factores. Los nuevos servidores se complementan con un sistema de almacenamiento llamado 3PAR, que es un sistema que permite la utilización de muchos discos duros como si fueran una sola unidad. Es una nueva tecnología de almacenamiento con más potencia, y más memoria de caché.
Como todo se actualizó, las conecciones se optimizaron, tanto entre los servidores mismo, como entre edificios y servidores: pasamos de 1Ggigabit por segundo (Gbps) a 10Gbps.
Estas nuevas adquisiciones de la Universidad tienen respaldo del proveedor por tres años. Es decir que si algo llega a fallar, el proveedor reemplaza la pieza completa por una nueva. ¿Qué pasa con la información si se daña un disco? El sistema tiene una copia de cada dato en otro lugar, así la salvaguarda de posibles imprevistos.
El universo de los servidores, que parece tan mítico, es lo último en tecnología en la Universidad. Los servidores y el sistema 3PAR están ubicados en el centro de datos de la Oficina de Informática y Telecomunicaciones, OITEL, en una habitación como de otro mundo, llena de cables, máquinas súper potentes y bombillos titilantes.