El software libre puede ser usado, copiado y/o distribuido, con modificaciones o no, mediante pago o de forma gratuita.
En todos los momentos de la vida nos encanta conseguir cosas gratis. Y un programa informático que no cueste dinero nunca cae mal. Sin embargo, “gratis” no significa “libre”. En el campo de la informática el concepto de software libre está asociado a aquel programa que se puede utilizar, copiar o modificar y que en muchos los casos se encuentra disponible gratuitamente.
Pero para modificar o mejorar un software es necesario obtener el código fuente del programa, es decir, un conjunto de líneas de texto con los pasos que debe seguir el computador para ejecutarlo. No obstante, un software libre ofrece la posibilidad de usar y distribuir copias del programa para ayudar a otros usuarios. Esa es su principal característica.
La Universidad del Valle recomienda a sus funcionarios, y a la comunidad académica en general, usar software de dominio público que no tiene derechos de reserva. Sin estos, se garantizan las libertades que ofrece el software libre: uso, modificación, copia/distribución, mejora.
Muchas veces los autores de algún programa publican su software para que cualquier persona logre obtener las fuentes, pueda modificar el programa y publicarlo nuevamente con mejoras, lo que le da su característica de software libre.
De igual manera, la Universidad aconseja utilizar programas gratuitos como Open Office y Libre Office ya que sus funcionalidades son suficientes para desarrollar tareas en las oficinas.
Es importante recordar que gracias al correo electrónico institucional los funcionarios y estudiantes también cuentan con una de las herramientas disponibles en Google Apps para elaborar cualquier tipo de documentos: Google Docs. Una alternativa gratuita al tradicional Word que permite crear documentos que se mantienen en la nube para compartirlos con quienes se requiera
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Pero en ocasiones surgen confusiones sobre la libertad o gratuidad de los programas. Cuando a un estudiante le prestan un computador portátil en la Universidad del Valle el equipo, a la hora de la entrega, solamente tiene instalado programas como Libre Office. La descarga e instalación de más programas queda bajo la responsabilidad del usuario.
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¿Qué instalar? ¿Cuál libertad? Además del software libre y de dominio público existen otros con propiedades diferentes. Es posible encontrar por ahí a la hora de navegar palabras como freeware o shareware.
El freeware es un tipo de programa distribuido sin costo; tal es el caso de Audacity, un software de edición de audio que una vez descargado puede ser utilizado por tiempo ilimitado. El freeware permite la redistribución y, a diferencia del software libre, no permite la modificación, ya que su código fuente no está disponible.
Por su parte, el shareware busca que el usuario pruebe durante un tiempo limitado el programa (con ciertas restricciones) para que al final sea comprado y se logre habilitar todas las herramientas y funciones.
Si alguien en la Universidad necesita un software académico y de investigación, deberá estudiar las opciones de programas de dominio público. Si las alternativas no satisfacen las necesidades, se debe realizar el proceso formal para la adquisición del software comercial debidamente licenciado. La instalación de software ilegal puede traer un sinnúmero de problemas a una empresa o institución.
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“Libre de impuestos” o “libre de licencia”, dos frases que nos podrán alegrar el día. ¿Qué tan libre es el software libre? Todo es cuestión de libertad: el código fuente debe estar disponible. “Si no es fuente, no es software”. Oh, bendita libertad.